"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



domingo, 20 de junio de 2010

El arte de POSTERGAR las cosas

Siento que me va mal, que estoy lejos de lo que quisiera ser, que hago menos de lo que necesito, y que consigo muy poco.
Siempre, durante toda mi vida tuve esa sensación, esa insatisfacción interna, humillante y vergonzosa con tan solo sentirla dentro. Todo el tiempo manteniendo a mi cabeza adelantada un paso más adelante, sumergida en la fantasía del mañana, en lo que podría alcanzar en un futuro con un poco de esfuerzo… Y misteriosamente en todos mis años jamás me acerque siquiera a esos proyectos expectantes.
No obstante, sucede también que cuando miro fotos viejas, leo escritos de años anteriores o recuerdo momentos, vivencias, relaciones… las añoro, las extraño y me veo a mi misma mucho más alto de lo que estoy ahora. Es como si sintiera todo el tiempo que voy en un constante descenso, miro hacia atrás y me veo en un declive profundo, siempre más abajo que antes.
Sencillamente, no es posible que sea así como lo pienso o lo siento. Si bien si en muchísimos aspecto decaí mal, no puede ser posible que hace unas horitas cuando me colgué leyendo un escrito mío del veinte de enero de este año aprox. Sentí ganas de poder volver a esa época… o sea, hello?! Enero de este año, probablemente el peor mes de mi vida, ¿y yo acá ando extrañándolo?
Definitivamente no hay memoria para el dolor, y en cierto sentido eso es genial. Pero no puedo vivir despotricando de mi presente y hacer mil estrategias mentales para mantenerme fuera de foco temporalmente, y amagar entre adelantar años o atrasarlos. Esto es lo que tengo y es lo que siempre voy a tener. Y hasta que no aprenda a implementar la práctica de la constancia voy a permanecer estancada, mirando lo que podría haber hecho con el tiempo que perdí, y soñando lo que podría hacer mañana si a partir de hoy me propongo aprovecharlo como debería.
Vivo en la nada, en especulaciones, recuerdos. Vivo con las sensaciones de deseo y añoranza, todo el tiempo mirando al costado… ¿cuánto tiempo más me van a esperar todas las cosas que hoy tengo en frente? ¿Por qué no puedo ver nada de lo que tengo, ni apreciar nada de lo que soy, cuánto más me voy a seguir exigiendo si todavía no se ni quién soy? Soy una idiota deslumbrada por un montón de dudas, de comparaciones…
Aceptarme es lo primero. Intentar cambiar es un error, mejorar es lo que busco. El progreso tiene que ser un proceso constante, difícil, desapercibido, y eterno (hasta el final digamos).

Que de pelotudeces, pero me está yendo mal, y me siento tan culpable que me obligo a ser un ficus toda la semana. Hasta que no empiece a mejorar en mi vida en general, está prohibido disfrutar e intentar ser feliz (¿. Pensar que quizás empezar a estar mejor sería el inicio, o el empujoncito que estoy necesitando para mejorar en el resto de los aspectos… suena lógico no? Pero soy jodida, y a mí me gusta las cosas a mi manera y en el orden que se me antojen. Ta?
Entonces si a alguien(es) le parece, o sospecha que estoy POSTERGANDO, ciertas cosas.. He aquí mi infundada argumentación, no es por nada personal, ni particular, simplemente estoy en ‘off’ y por el momento no planeo apretar el otro botón…
Cuando me reinserte en el mundo de los vivos, voy a ir a buscar todas esas oportunidades que dejé relegadas, si están PERFECTO, si no… lo lamento, siempre habrá nuevas, o eso espero., si ahora no fueron por algo habrá sido. Este sin duda alguna, NO ES MI MOMENTO. Desaferrarme, despreocuparme, ubicarme, dejar de buscar, conseguir, aprovechar, esforzarme y dejarlo pasar, ahora sí… Empecemos.