Por más que me duela, y por más que me irrite, no puedo, de ninguna manera, ser mala. Seré una estúpida quizás, pero no pienso perder ni ante el más hijo de puta mi paz mental.
Prefiero quedarme con este cascote en la garganta, y con los ojos ardiendo y los dientes mordiendome la lengua. Te habrás llevado un puñado de lágrimas mías cada día, te habrás llevado mis gritos, mil preguntas deseperadas por vos hacia la nada, te habrás llevado parte de mi piel, y mis emociones sinceras e incluso te habrás llevado mi dignidad en el momento en que decidí convertirme en un trapo, pero mi esencia, esa inocencia que tengo y mi bondad, que es lo que me hace hace brillar, eso no lo opacás ni lástimandome de la más miserable de todas las formas. De ninguna manera voy a oscurecer mi espíritu devolviéndote dolor, furia ni ninguna otra manifestación de venganza.
¡Y sabes que lo más maravilloso? que aunque ni siquiera hayas terminado de darme el golpe ya estás perdonado. Y está perfecto, tendrás tus motivos para hacerme esto. Por mi parte necesito desintoxicarme, asique te invito a retirate de mi vida y llevate con vos todas las marcas que prentendías dejarme.
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