"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



martes, 8 de febrero de 2011

I want it!

Me levanto y a duras penas quizás llego al gimnasio. Busco trabajo, intento enamorar al perro (jamás voy a rendirme antes de conseguir que me regale algún tipo de afecto), miro el programa más mediocre y popular de la televisión argentina (que no por eso deja de ser el mejor de todos), leo un libro pésimo de un autor bastante distinguido, como y cocino (sí, en ese orden) y así consumo las horas hasta que llega la noche del jueves o el viernes en su defecto, y salgo a contentar mi sed de adrenalina y a castigar al hígado. Y a los siete días todo se repite, aunque recién haya ocurrido sólo dos veces.

Puedo ver en mi anterior semana lo que serán mis siguientes, y lo único que me estimula es ver al muchacho de los ojos de burrito, mezclar un poco de jugo con vodka para embobar un poco a mis neuronas y salir de mi casa a fumarme un pucho en las escaleras de la entrada de la casa de al lado que la habitan un par de fantasmas. ¿Y con eso soy feliz? Te juro por dios que cuando me voy a dormir me quisiera despertar. Que no es ni alcohol, nicotina ni sexo, que no es siquiera ese bendito amor que de alguna manera dentro mío está naciendo. Que en cambio es ese reflejo de mi esencia que nunca veo..
Puedo verlo así, de ese modo pobre como lo describí en un principio, puedo verlo como una quinceañera estimulada por los vicios, fanática de las novelas de la tarde, que mata el tiempo mientras mata a sus pulmones y sus horizontes se topan con la moda, las revistas, el cholulaje y un sillón de dos cuerpos que es su sagrado santuario.
Puedo verlo negro, sucio y humillante, verlo como durante todos estos años vi mi vida, no importa lo mucho que hiciere ni los cambios que lograse.
Pero por qué no se me ocurre reparar en el ínfimo detalle de mi felicidad (llámese ‘contento’ ‘comodidad’ o ‘estar a gusto’), ¿por qué no ver todo eso que por fin dejé atrás? ¿por qué seguir empecinada en todo lo que me falta y no felicitarme por todo lo que abandoné? Porque sigo siendo en gran parte pesimista y extremadamente exigente, y me niego a darme una palabra de aliento a mitad de camino.
Esto último también esta en cambio. Si voy a guardar la felicitación para el final del camino, voy a recibirla cuando esté muerta. Es ilógico.
En fin, somos un imán en el universo que atrae elementos de la misma carga, y hoy estoy positiva, muy, mejor dicho este último tiempo lo estuve, y por eso llegó el a mi vida, por eso esta mañana sonó el teléfono para concretar la entrevista de mañana, por eso el gimnasio no cerró por vacaciones, por eso, por eso, por eso... Muchísimos, pequeñas cosas que simplemente encajan a la perfección con la petición de nuestros deseos. Y no es obra ni del destino, ni de la suerte ni de nadie, es cosa nuestra, de nuestra seguridad, confianza, y nuestras ganas, de saber lo que nos merecemos.

Mucho el Secreto me parece jaja, me estoy convirtiendo en un libro diario de autoayuda, literalmente autoayuda, porque a la única que le puede servir leer estas pavadas es a mí misma, jaj. Pero en fin, se siente bien despertarse con ganas, y no porque estén saliendo las cosas relativamente bien, porque de hecho no tengo absolutamente nada, estoy igual que hace dos meses o tres años, pero tengo esperanzas.. de amor, de trabajo, de estudio, de absolutamente todo, y en las ganas y la fuerza (¿o fe?) es dónde radica la tajante diferencia.
Mañana va a estar soleado y me resbala lo que diga el pronóstico de esta noche, y yo estoy sana mentalmente y me resbala el diagnóstico del psicólogo, y todo va a salir como yo espero y quiero, siendo indiferente a los condicionantes, el destino y toda esa porquería, única y simplemente porque así es como se me antoja que sea en este momento.

No hay comentarios.: