"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



martes, 15 de febrero de 2011

El niño con el pijama de rayas.

Basada en la novela de John Boyne.


Cinco de la mañana, acabo de terminar de ver esa película, hace mucho que no lloraba enfrente de un monitor, un poco se extrañaba. Tengo que decir excelente, hace mucho también que no veía una película tan... no sólo buena, sino profunda, que me atine y le de un vuelco completo a mi cabeza a tal punto de repleantarme esa dureza externa, esa coraza y ese disfraz falso en el que me escudo y con el que me siento psicológicamente más fuerte.
Tengo que admitir que hay un lado humano, que pese a que la cabeza lo controle todo la potencia del corazón es indomable, impensable sinceramente. Y en momentos como estos, todo, absolutamente todo lo que hasta esta mañana tenía un valor significativo pierde relevancia y veo esa riqueza, esa gracia de estar tan perfectos sientiéndonos vacíos, atentos al dolor y ciegos, queriendo ser lo que ya somos: felices.
Lo descrubrí hace poco, mientras me replanteaba mi futuro y la inclinación de mi carrera, lo vi claro y sentí esa necesidad humillante de elegir, los vi disociados y opuestos como si se tratara del blanco y negro, el mal de un lado y el bien del otro, el poder y la inmortalidad respectivamente, ambos enfrentados. Y ahí espectante estaba yo a punto de elegir, tomar un sendero y decidir por cual camino seguir.

Parece totalmente descabellado, elegir entre ser bueno y malo, quizás hasta me de verguenza admitir que de vez en cuando antes de dormir, mientras acomodo la almohada de mil formas y pruebo infinitas posturas incómodas o subo y bajo la potencia del ventilador, abro y bajo las persianas, o salgo sin más remedio a fumar entre los helechos del balcón... mientras mi sueño está tan vivaz que se niega a dormir, yo elijo con el ángel y el demonio a cada lado, uno triunfa en la vida el otro cuando la misma termina. ¿Y entonces sólo sería buena por el posible Karma de una próxima vida? ¿O por un terror infantil ante la existencia de un demonio que castigue mi malicia? Y si no creyera en nada, si para mi no hay dioses, no hay fuerzas superiores más allá de la naturaleza que es de vana existencia, intrascendente... entonces ¿habría algún motivo para ser buena? ¿No tiene la maldad mayor astucia, poder y rapidez? ¿Y sin embargo, si es mucho más sencillo y eficaz... porque no posee entonces también a la felicidad?

Quisiera no elegir, y sólo ser... Pero la vida te sorprende y las malas tentaciones saben tomarte desprevenido para vencerte. Tuve miedo, miedo de un día descubrirme que ya no puedo quererme, ni querer ni que me quieran. Tengo miedo de que mi paso en esta vida sea en vano, y aun peor, destructivo, miedo también de que lejos de encontrar mi objetivo impida el de muchos.
Jamás podría hacerle honor a mis palabras, a ese corazón que se muestra tan prepotente. Superflua e indiferente... yo no soy esa, soy como todos, de la misma sensibilidad y debilidad, pero con una mente capaz de decir mentiras con la verdad.

Volviendo a la raíz del asunto, que surge en la anteriormente mencionada película, encuentro debilitada mi simpatía hacia la raza nazi, no por la raza en sí especificamente, sino ante la propagación de mi desprecio que se extiende desde los judíos hacia al resto de la humanidad en su existencia absoluta, sin discriminación alguna, un rechazo general frente a la repugnante bestialidad con la que se desenvuelve y aspira a progresar y vencer el ser humano.
Y comprendí que la justicia no es cosa de mortales, que la venganza tiene en su rencor la misma carga negativa que quién primero atacó. Lamentablemente, es en mi resentimiento donde radica la vacilación entre el bien y/o el mal. Y me siento más humana que nunca, sabiendo que depende al contexto y las circuntancias podría caer en cualquiera de los dos bandos. ¿Realmente somos tan poco predecibles? ¿Imposible sería guardar la certeza respecto a una sóla postura?
Quisiera tomar una elección imperturbable. Pero una vida me va a tomar dar testimonio de que así será.



Vean la película, les dejo el link:
La calidad es bastante mala, pero vale la pena. A los setenta y dos minutos si se corta, con un F5 estamos, o es cuestión de registrarse y listo.
Si tienen el libro al alcance por favor no duden y léanlo primero, y después por favor me lo prestan.

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