"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



martes, 14 de diciembre de 2010

Saludame, que me estoy yendo, que puede que ya no vuelvas a encontrarme por el barrio.

Queridos padres y madres, dulces inconscientes y eternos ingenuos, dictadores, sordos y muy poco elocuentes. La comunicación es lo primero, que sea escasa o que directamente no tenga lugar en sus respectivas familias se debe a la falta de tolerancia respecto a ideas diferentes. Cada ser en el mundo es distinto al otro, todos. Así como no existen mismas huellas digitales, no existen dos cabezas funcionando de la misma manera. Y no pueden, bajo ningún punto de vista, exigirme pensar como el resto.
Yo entiendo, todos nacemos ignorantes, y no hay ningún manual que nos enseñe absolutamente nada, ni siquiera a ser padres. Pero uno sabe, uno entiende cuando la situación se va de las manos, cuando ya su labor es ineficaz y sólo consigue agravar las cosas más.
Tenía tantas lágrimas comprimidas por angustias que ni yo sabía que sentía, que esta tarde se me hizo imposible estudiar. Dormir y mirar televisión son las dos maneras más fáciles de escaparle a la realidad. Habiendo dormido toda la mañana, mediodía y principio de la tarde, opté por la segunda. Me topé con una película de Kimberlee Peterson, (ni idea el nombre porque ya estaba bastante empezada) que me atrapó al instante al ver ese ambiente tétrico de hospital, con escenas sangrientas y expresiones desesperadas en los rostros de los actores. Al cabo de cinco minutos me vi obligada a subirle el volumen al televisor para evitar que se escuchara desde afuera el escándalo de mi llanto. Era mi pasado captado en una filme. Impactante.
Llegue a gritar, sin darme cuenta, a los padres del personaje que interpretaba Kimberlee en la película. Me recordó la impotencia, el odio a mí misma por odiarlos, por ver que son los seres que más amo los que más me dañan queriendo desesperadamente salvarme. Ira. Pero recapacité. Si yo estaría en su lugar creo que quizás tampoco sabría como actuar.
En la película la madre abandonaba a la chica pensando que ella era el problema, y el padre se propuso acompañarla... La vieja una basura, el padre un imbécil que actúa temporalmente.
En mi caso fue diferente, se optó por darle el mando a profesionales (ineptos) y dejarlo todo en manos de las pastillas mágicas. Ni una ni otra cosa, absurdo. Al mes todo era como si nada hubiese pasado, y entonces volvió a suceder... y a los quince días como si nada hubiera ocurrido nuevamente, y así se volvió costumbre, y entonces tentar contra mi vida se volvió un hobbie frecuente a la par de decir ‘¿che vamos a la plaza a tomar un helado? Ah dale! y después vamos para a casa a darnos una sobredosis de Clonazepam, buenísimo!’

Llamar la atención, en la película los doctores decían que eso era lo que hacía la pequeña mujercita. Llamar la atención...
Estar sola, desesperada, necesitando dar amor y no encontrando receptor, necesitando recibir y entender que las relaciones más fuertes se enfermaron de rutina, y un abrazo tiene lugar una vez cada trescientos sesenta y cinco días únicamente cuando cumplo años... ¿cómo se le llama a eso? ¿Llamar la atención? ¿Cómo te digo que la vida no me sirve si no hay amor? ¿que ser invisible da igual, que necesito lastimarme para hacerte recapacitar o por lo menos para recordarte que todavía sigo acá? ¿que necesito que me digas que me amas, que estas, que me acompañes, que me abandonaste, me traicionaste, me trajiste al mundo a sufrir y dejaste que lo enfrentara sola? ¿Que te importa entonces si decido irme y de la misma manera abandonarte a vos?
¿Cómo te explico que necesito vivir el amor, y que me es necesario llegar al límite para lograr tenerte a mi lado, preocupada, sufriendo por mí, demostrándome con tu dolor el amor como nunca antes? ¿cómo explicarte lo bien que me hizo hacerte sufrir tantas veces? El peor momento de mi vida fue cuando desnudé mis brazos y lloraste, los besaste, me abrazaste hasta el alma, ¿cómo explicarte que siendo el peor, fue lo mejor que me paso? Y el resto ya no lo recuerdo... las drogas no me dejaron presenciar el momento, pero juro que debió ser lo más hermoso, tu desesperación por mí.. las lagrimas, el llanto a los gritos, amándome... me amaban.
¿me aman ahora?
Cuando a uno le empieza a ir mal en la vida siempre quiere volver con la cabeza gacha a casa, y volví, porque la facultad es una basura y el cerebro se niega a colaborar, mis amigas de a poco me fueron cagando y tengo una colección de cuchillos en la espalda, tengo un problema respecto al amor y los hombres que ya prefiero ni tocar el tema, y para que se den una rápida idea ni siquiera mi perro me quiere, no me acepta, pasamos despiertas estudiando las últimas cuatro noches, yo obviamente poniendo mucho más empeño en enamorarla de mí que en lograr memorizar algún concepto de economía. Y sin embargo, no me quiere, se niega a aceptarme, ni hablar de extrañarme, a veces me confunde y soy un simple extraño. Me afectan mil cosas ínfimas que sería estúpido intentar explicarte. Entonces vuelvo a casa dolida, arrastrando los pies del cansancio, con un cartel en mi frente pidiendo con humillación una limosna de amor. Y nada, completamente vacía y agujereada.
Con los brazos abiertos intentando agazaparme a tu cintura y no volver a soltarte... y nada... abrazo nuevamente la nada. Quisiera que me amaran como muy bien se que ustedes saben amar. Pero simplemente uno no lo elige, los sentimientos son puros, surgen o no surgen y punto. La desesperación y esa necesidad por salvarme es vanamente un instinto, supervivencia, responsabilidad por sentir que tienen que mantenerme viva, acá.
Y otra vez caigo, buscando drogas, alcoholizándome y refugiándome en el sexo con quienes se que saben muy bien lastimarme. Lastimándome y lastimándolos a ustedes sin querer. Otra vez estoy en el inframundo, sin miedos, porque no hay absolutamente nada que perder. Y cuando lloro en el patio con ese cigarrillo que me prohibiste prender, pienso en vos y en vos, y para mi siempre van a ser mis culpables. Siempre van a ser ese amor no correspondido, siempre serán los asesinos de mi autoestima, de mis sueños, de absolutamente todo mi futuro. Son los mejores padres del mundo, los mejores sin alardear. Sin duda, tuvieron tres hijos excelentes, criados de maravilla. Pero yo difiero, y hablando en serio y dejando de lado el chiste de la ovejita negra, difiero en realidad, de la sociedad, de las personas, de lo normal. Lo que yo necesito es extremista, necesito una comprensión mucho más amplia, necesito una docena de orejas para que me escuchen, necesito una cantidad EXCESIVA de amor. Algo que la vida misma no podría darme. Entonces lo único que me permito necesitar es su autorización, que me dejen ir en paz, y siendo así todos dejáramos de sufrir.


Catorce de enero del dos mil diez.

3 comentarios:

Unknown dijo...

14 de diciembre, por algo sera que tu inconciente puso enero igual je.
beso

Natalie dijo...

Es que a veces me despierto y todavía sigue siendo aquel enero :(

Un besote Pabb!

adivina? ♥ tontonaaaa. Flor (falta el solcito aca) dijo...

Después de leer esto, lo único que quiero es abrazarte y decirte que te entiendo. No podés explicar mejor lo que me pasa, lo que nos pasa. Por lo menos ahora sabés que no sos un sapo de otro pozo, mirale el lado positivo: sos normal si te comparás conmigo jajajaj :)
Te amo amiga tanto tanto, y te extraño horrores.Te necesito tanto, necesito decirte tantas cosas, que creo que serias una de la pocas que realmente las entenderias. De verdad, gracias por estar al lado mio. No seré la mejor amiga pero te amo y haria lo que sea para que estés bien, pero sabes que? no te puedo prometer mas eso, por que al igual que conmigo misma, ya no sé que más hacer, vivamos otra nos nos queda. Somos invisibles ahora pero tal vez llegue alguien que tenga rayos X y pueda vernos. Te extraño mucho, y nunca te olvides que te amo. Pueden pasar mil y un años y yo voy a estar aca esperandote como ahora y como siempre :)