"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



jueves, 29 de julio de 2010

O lo consigo, o.. lo consigo.

Sí, voy a seguir dejando pasar la vida, malgastando los años, deseando el mañana, anulando las basura del presente. Mentí, me mentí, me creí. Soy una enferma caprichosa, la vida no me satisface, y no puedo sentarme a esperar que algo cambie, tengo que hacerlo yo. Arruinar los días es mi arte.
No me limites, no me pongas frenos, porque no voy a frenar hasta conseguir lo que quiero, y lo único que vas a lograr es que termine odiándote.
Culpá a la necesidad ficticia que genera la sociedad, culpa a mis ambiciones,  a mis locuras repentinas, y mis ganas que nacen y mueren todo el tiempo, culpa a quien se te antoje culpar. Pero si de pronto un día decidí que lo quiero, entonces preparate, porque comienza una cuenta regresiva hasta obtenerlo.
No me importan los daños colaterales, no me interesan ni consecuencias ni precios, ni opiniones ni tus putos sentimientos. Es mi egoísmo lo que está primero, es la satisfacción propia y esa sonrisa triunfante que ya siento ensanchándose en mis labios. Es donde aflora mi estima, toma el mando y me vuelve única en mi vida. Nunca voy a cuidarme, ni preocuparme, sólo me interesa callar la voz insistente e insoportable de mis deseos. Quiero, y desde el ‘quiero’ hasta el ‘conseguirlo’ TODO lo demás deja de tener sentido. Sí, hasta ese extremo me deslizo.

martes, 27 de julio de 2010

Sin ESFUERZO, no hay éxito.








Sin Branca, no hay Fernet ;)

lunes, 26 de julio de 2010

Not myself last night

Me estoy equivocando, creo.
Mañana propongo que lo hagamos diferente. Como nunca antes.
No puedo reconocerme como lo que quiero cuando me veo. Quiero orgullo, estima y esfuerzo. Quiero crear algo con lo que tengo adentro. Odio escribir, desde el momento en que me volví incapaz de darle vida a las palabras. Vamos a cambiarlo. Perdonarme los errores que voy a cometer de antemano.
Quiero un calendario, actividades organizadas estrictamente por horario, metas y plazos. Despegarme.

jueves, 22 de julio de 2010

Just keep swimming como decía Dori(?

Todo va bien. Sigo imponiéndome metas que me ayuden a acelerar el paso de los días, sigo buscando alguna que otra excusa por la cual mantenerme espectante y entusiasmada, sigo buscando entretenimientos y sigo, sigo andando.  Un poco estancada en ciertos aspectos, que me frustran, me frenan y me traen a la memoria algunos dolores pasados, pero esa noches son las menos, y por suerte muy de vez en cuando.
Empiezo a pensar, y a sentir por primera vez la seguridad de que REALMENTE cambié, de que la verguenza no se va a disipar jamás y que me enorgullece sentirla, aceptarla pero identificar todo eso como un error, quizás el error más acertado y necesario de mi vida.
Qusiera traer buenas noticias, y no sólo usarte, blogcito mio, nada más cuando estoy sola y triste, asique aca estoy, feliz de la vida, por nada en especial, unicamente porque no tengo motivo alguno por el cual no estarlo.
Y aunque algunas cosas anden lentas y cuesten... me dan más fuerza para seguir remándola. Ando bien que se yo, ojalá dure como viene durando y que las caidas sean tan esporádicas como vienen siendo.
Si me pediría la cura hace un año atrás, sería simplemente preguntarme qué es lo que me falta, que es lo que necesito, y a partir de ahi buscarlo, conseguir, sin importar lo que cueste, lo prohibido que sea, inmoral o lo que fuese... y si no hay nada q me motive (como solía decir: absolutamente nada), entonces má, llegá al limite, sentí lo que es estar al borde de perder todo (o nada, cómo vos la llamas) y después charlamos más tranquilos.
Fue cuestión de tiempo. Mi filosofía de vida ahora es rotundamente diferente, cómo dice uno de los grupitos truchos del Face: " No te arrepientas de nada que te haya echo sonreír" o algo así, lo veo perfecto, y así es. Hay que ir por las cosas que a uno lo ponen bien, lo hacen sentir vivo, lo entusiasman, sin planificar demasiado ni preveer minuciosamente los posibles errores o consecuencias. Hay que analizar lo básico e indispensable y largarse. Buscar las pequeñas o grandes cosas que te hagan feliz, por más utópicas que suenen. Se alcanzan, e incluso quizas en la búsquedad de ellas vayamos encontrando otras nuevas que nos llenen aun más de las que buscábamos.
En fin no quiero hacer un capítulo de autoayuda, pero necesitaba una vez más dejar por sentado y autoconvencerme, de que no está bien que me arrepiente ni me reprima de hacer aquellas cosas que me hacen bien.
Y cuando por ejemplo me preguntas mamu por qué fumo, y buen.. yo te contesto que es porque me hace feliz, entendeme. Porque si un pucho, posta, despues de no haber fumado durante siete (eternos) días, me hizo caminar tres cuadras sonriendo de oreja oreja, oh dios! bendito sea el cancer de pulmon que me agarre a los sesenta jajaja.
En serio, no es tan extremista la cosa, pero en el ultimo tiempo me estuvo yendo bien, asique lo recomiendo. Un poco es por impaciencia, por impulsos, por la necesidad de constante adrenalina y lo cambiante que soy respecto a todo y lo rápido que me aburro, pero en cierta medida (un poco más reducida) esta filosofía puede aplicarse a todas las personas, y les aseguro que los posibles resultados negativos van a ser mínimos en comparación a la alegría de sentir la libertad de hacer lo que sinceramente nos hace sentir bien.
Asique fumen, usen forro, estudien, laburen, ganen guita, rompanse el traste, puteen al boludo que les cae mal, digan absolutamente todo lo que tengan que decir, comanse diez tortas o hagan ochocientas dietas de la luna, comprénse ropa, zapatos, abracen a la gente que quieren, cuidenla, vivan la vida de todas las formas posibles, pero siendo inteligentes por sobre todas las cosas y poniendo en la balanza qué es realmente lo más dignificativo para nosotros, lo que mejor nos hace, lo que nos va a hacer sentir más felices a la larga. Todo a su medida. Sin perderse en los proyectos del futuro y postergar el hoy, pero tampoco sin desgastar el presente y llegar echos bolsa al mañana. ¿Me explico? Un equilibrio, una o varias metas qué perseguir y esfuerzo constante, así se vive, disfrutando el camino y cuando llegas a destino, empezando a buscar uno nuevo. Constante progreso.
Algunos me decían que sufría de insatisfacción, jaja... la insatisfacción no te la voy a negar, si por insatisfacción definis mi necesidad constante de sueperarme, de querer más, ¿pero sufrirla? No necesariamente se sufre, yo, por ejemplo no lo hago, no me siento triste cuando busco algo mejor, me siento feliz por estar dispuesta a alcanzarlo. Saber apreciar lo que uno tiene en el momento que lo alcanza, pero seguir. Quedarse estancado y ser conformista no parece ser mucho más atractivo. No es tan simple, no somos una cosa u otra, conformistas o disconformes, podemos ser la primera y simultaneamente aspirar constantemente al progreso.

En fin, todo esto fue en respuesta a algunos reproches que me hiceron, vale aclarar que lo mío no es vidorria jaja, al contrario. Recién ahora que me dispongo a empezar a aprender a vivir, les pido que por favor no me cuestionen.

domingo, 18 de julio de 2010

MedinaGarcíaDelgadoCavarozziMecleGarulliQuirogaOszlak... y los infaltables Marx y Weber. ¡Que linda noche que pasamos!

Hoy es una de esas noches en donde la compañía se hace indispensable.
El otro día hacía un breve repaso de los últimos tiempos y caí en la cuenta de cómo de apoco se fue evaporando mi sensibilidad, de cómo perdí el interés y la capacidad de confeccionarme ilusiones. Me volví un tanto fría, tengo que reconocer que soy extremadamente egoísta y que si bien no mantengo una buena relación conmigo misma, siempre me pongo primera y actúo o elijo en base a mis intereses, beneficios o conveniencias. Egoísmo puro. Esto a la vez trajo aparejado el ‘uso’ (¡y por dios que feo que queda expresado así! Pero creo que debe ser la hora la que no me deja expresarme de otra forma que no sea burda y directa) de ciertas personas, obviamente con un consenso previo de ambas partes. Dicho en palabras más sencillas: aunque me esfuerce no logro conseguir que me interese absolutamente nada, y como contracara tampoco me siento interesante.
Y hasta hoy no me importaba, hasta hoy, esta noche. No se si será culpable el frío, la lluvia incipiente, el agotamiento metal por tanto estudio(¿), el cansarme de llevar el papel de juguete que antes tanto me divertía o la simple necesidad de sentirme querida, valorada o simplemente respetada... Pero de pronto me encontré con un vacío profundo, un agujerito hueco en mi alma.
Lo bueno de esta espantosa sensación de soledad, es que mañana o a más tardar la próxima salida se va a borrar y el sólo hecho de recordarlo me va hacer sentir estúpida. Lamentablemente yo no soy así, y es una lastima porque con amor temporal sería seguramente más feliz. Pero no hay caso. La libertad es algo a lo que no es fácil renunciar.
Hace frío, estoy cansada y necesitaría un hombro, un par de oídos y todo lo demás sería un agradable complemento.... Pero don’t worry, hace años ya que estoy acostumbrada a volver mudas mis necesidades, y contentarme o conformarme con lo que hay al alcance: ahora, un café cargadísimo y amargo, unos apuntes de dos mil setecientas treinta y dos hojas, una bola de pelos que asegura ser mi perrita y una cama deshecha que desde hace tres horitas me tienta a tirarme encima.
Quiero que pasé el lunes, no doy más. Pero tengo miedo que al llegar el martes quiera adelantar una semana más, y que después quiera terminar el mes, y seguido a eso empiece a extrañar la primavera y entonces así querer terminar con el dos mil diez...
Vivo constantemente deseando adelantar el tiempo, engañándome con que después voy a estar mejor, con que el tiempo produce cambios maravillosos en nosotros. Y la realidad es que hasta que no empiece voy a seguir aletargada, y ese mañana en el que pongo todas mis fichas siempre va estar un par de fechas adelante en mi almanaque.


Lo más humillante, paradójico, triste e indignante es que el precio de mi “felicidad” (tomando el termino muy a la ligera) se reduce a decir No, simplemente No. No a esto, No a aquello, No a lo otro. Porque todo a lo que accedo, todo lo que hago me autodestruye, me llena de culpa y de remordimientos. Me equivoco y no dejo de equivocarme, pero me gusta, y aunque me haga sentir muy mal, me gusta más... lo repito. Es simple, vuelvo a ese masoquista regocijo que me produce lastimarme.
Por lo que voy a implementar una estrategia, una política de unos cinco días aprox. que sostenga una respuesta negativa ante toda solicitud, proposición y/o imposición hacia mi persona.
Jaja estoy muy mal, mirá las boludeces que generan mucho estudio, dos noches sin dormir, estar más sola que una planta plantada jaja (como dice mi amiga del alma) y sentirme asquerosamente culpable por todo lo que estuve haciendo en el ultimo tiempo....
En fin, le voy a dar un NO a TODO, y veremos que tal resulta. :D

miércoles, 14 de julio de 2010

Una tarde helada, el cielo acromático robándole la vida a la ciudad congestionada, símil a lo que fue el día de ayer...
Esa tarde opacaba mis dieciséis, y me contaba más de lo que yo hubiese querido saber. Fui arrastrada por el impulso de poner en pausa mi vida al menos durante un día (a menudo me topo con esa necesidad, yo la denomino la de volverme un fantasma hasta estar mental o espiritualmente recuperada para volver a enfrentarme con la realidad). Entonces apagué mi celular, miré al boludo de al lado que no paraba de hablarme de sus exs y le dije que sinceramente la charla se había vuelto densa y aunque evité mencionarle lo desagradable que resultó el encuentro, creo que ambos lo dimos por sentado.
Esa tarde desaparecí. Si, quizás todavía seguía por caballito dando vueltas, simulando ver más allá de los escaparates, pero en realidad estaba ausente, del otro lado de las vidrieras y lo único que quedaba de mi era el reflejo borroso sobre ellas. Quizás, todavía algún faro me iluminaba, o algunos semáforos me detenían, pero creo que no estaban presentes ni la sombra de mi pies ni la esencia de mi alma.
Volví tarde, volví a ninguna parte, porque no tenía ningún espacio que sintiera mío. Y al llegar era como si nunca me hubiera ido, o como si jamás hubiera regresado. No había nada, porque yo había vuelto vacía, pero sin embargo nadie sentía que algo estuviera faltando. Desprotegida me dormí analizando en la semana anterior los próximos días.
Sin saberlo algo se había terminado, alguna etapa sin límites precisos se había cerrado...


Bueno, ayer repetí la historia otra vez.
Simplemente llega un maldito día, tarde o madrugada, en la que ese nudo que a menudo se te estanca en la garganta, ya no tiene forma de desanudarse. Dejas de tragar, dejas de hablar, dejas de comer, de pedir ayuda, y te acostumbras, te acostumbras a tener durante las veinticuatro horas que dura tu agonía diaria, una maldita piedra obstruyéndote la tráquea.
Pero días como ayer, días fríos, descoloridos que se detienen en invierno sin importar la estación, días sin lluvia donde los único que se condensa es la angustia, días tantas veces vividos, que no avisan, pasan desapercibidos y de pronto golpean, hieren y asesinan una parte de nuestra vida... en días como ayer, ese nudo en la garganta presiona con más fuerza, y no se detiene. Ya siquiera respiramos. Entonces cuando se nos agota el aire, pero no nos interesa recuperarlo, damos todo por terminado.

Me desmoroné, yo que no veía una lágrima desde la última vez que deje que me usaran. Yo que no sentía pena por mi misma desde la última mañana que amanecí sin responsabilidades, yo que creía tener todo descontroladamente bajo mi control, yo que supuestamente estaba tan bien... y lo peor es que puede que no haya estado equivocada, y que todo este tiempo haya aprendido a estar muy bien, contenta y satisfecha dentro de la desorganización general de mi vida, y una mañana amanecida un martes, ignorando por completo la ridiculez de que específicamente fuera en un trece, todo este tiempo de rehabilitación (porque eso es lo que fue) simplemente desapareció, y de pronto todo los dolores viejos se reanimaron, y los pesares de mi alma se volvieron aun más pesados y en un instante al otro lograron ahogarme..

Ayer dejé todo, y entre todo estaba también yo.
Renuncié a mucho más de lo que piensan.





Aunque lo escribí esta mañana, podría jurar por mi vida que estuvo escrito hace dos años.

lunes, 12 de julio de 2010

Ya no hay caricia que pueda erizarme la piel.

domingo, 11 de julio de 2010

Piel.

Estoy empezando a pensar que siempre voy a ser simplemente una imagen, todos los somos hasta algún punto, pero yo no puedo trascender, conmigo se trata de una fachada impenetrable. Aparezco y muero en la piel, abajo pareciera que no hubiese nada que podría resultar interesante.
Y sin embargo no puedo culpar a nadie más que a mí, porque actúo como si fuera un juguete, porque me divierto en el juego, y hasta quizás porque soy yo quien lo inicia.

Hay veces en donde desearía no entender, no saberlo, no descubrir ni desentrañar lo que escucho. Hay veces en las que me gustaría borrar parte de mi pasado para recuperar algo de la inocencia, y volver a creer, a ilusionar, a arriesgarme a salir lastimada, a no tener de antemano el pronóstico dramático, a conservar la esperanza de que todas las oportunidades pueden ser diferentes, y no agruparlas y desecharlas a todas ellas en una gran bolsa de generalidades... hay veces en donde quisiera volver a ser una completa idiota crédula y con pajaritos en la cabeza.
Pero hoy soy otra, hoy escucho, pienso, analizo e inevitablemente sacó conclusiones.
Y aunque quisiera (y cómo quisiera!) ya no puedo creerme el papel de tonta.

miércoles, 7 de julio de 2010

Tres semanas de suspenso pueden cambiarlo todo. A decir verdad los mensajes nunca fueron enviados con la suficiente alegría, y yo estaba más concentrada en encontrar nuevas citas que en pactar la que estaba en espera hace rato largo.
Desinterés absoluto. No se que fue lo que me llevó a arrimarme y llegar hasta allá, a contestar un sexto del total de los mensajes, pocos, pero los necesarios para estipular un encuentro.
Y llegué... y a los diez pasos, mi cabeza inteligentemente, lo confundió con alguien más. Me acerqué deseando que fuera él, admirando su tapado gris que acentuaba el diámetro de su espalda fornida, dejando de lado que no fuera rubio y que sus ojos no tuvieran el celeste pálido de siempre. Me sonrió con la sonrisa más hermosa que nunca antes había visto en su rostro, y creo que de alguna manera estaba esperándome también.

Pero entonces por detrás de sus hombros lo vi llegar, a él mismo, con una sonrisa mucho más amplia y descolorida, con los ojos ansiosos y la mirada alborotada, delatando cierto regocijo y placer al verme que me produjo repugnancia.
Me tomo las manos y las besó, luego me besó la frente y los labios, abrazó mi cintura y me estrujo hacia su pecho. ¿Realmente pensó que con la violencia de sus movimientos iba a creer que me había extrañado? Me aparté, bajé el rostro y me volví hacia el muchacho de tapado gris que expectante y desilusionado, analizaba lo extraño de la situación. Lo miré con pena y creo que en la mirada envié alguna súplica porque me llevara lejos. No resultó.
Aquel extraño que decía ser mi amante me arrastraba por el brazo, y deseé poder desaparecer, esfumarme, dar vueltas el reloj y negar la invitación.

Y sin embargo no entendía qué pudo haber echo que las cosas cambiaran tanto ¿No había sido hace poco más de veinte días, en ese mismo laberinto de casas y edificios, donde tras el análisis de sus facciones y sus palabras lo había encontrado amable, inteligente y fuerte...?¿Dónde estaban todas esas cualidades que ahora eran debilidad, inmadurez y el claro deseo físico que no podía disimular hacia mi?
¿Como puedo cambiar tanto en tan sólo un tercio del mes, como puedo aburrirme tan fácilmente, como puede llegar a disgustarme tanto algo que en un principio me atrajo? ¿Como carajo puedo ser tan cambiante respecto a una misma cosa en dos momentos simultáneos?

No preguntes por qué, porque no me fui, porque no desaparecí como quería, porque no me senté y le conté que ya no era el mismo de hace un mes, o que la chica atrevida que lo había conquistado se había ido y me había entregado el mando. No me preguntes porque pasé la noche con él... quizás porque no estabas, quizás porque aunque jamás te haya llamado sabías que te necesitaba. Quizás porque te hubiera echo feliz que no lo hubiera echo así... quizás por tu culpa, no lo se.  O quizás por la mia, por reprocharme el haberte dejado ir.

Everything's Gonna Be Alright :)

Circuito: del cuarto al comedor, del baño a la cocina, del patio al balcón. La casa me abruma, de la cama a la computadora es mi elección. Hoy me quedé en casa, el día se volvió domingo y yo ya no se si ponerme a hablar con las cerámicas del piso, o llevarme el teléfono y ponerme a hacer de recepcionista de mi propia flia.

Dos llamados, una sonrisa, una negativa, dos expectativas, una dulce espera, un par de alternativas... Estratégicamente tengo el abecedario completo de planes para ser feliz. Si me fallan todos, entonces voy a empezar a agregarle numeritos y hacer los intentos infinitos.
Tengo una gripe, casi les podría jurar mortal por momentos, no me puedo mover, me cuesta respirar (aunque no si culpar al cigarrillo) y mi cabeza aprovechó y se tomó el primer vuelo a Valencia. Siento que por más que no todo esté yendo muy bien, las cosas siguen estando en mi manos y que es cuestión de que quiera ejercer control para dominarlas, enderezarlas y hacer que todo marche finalmente perfecto. Entendí, que cuando uno quiere, alcanza, hace, logra y gana. Y yo... de vez en vez quiero. De vez en vez quiero encontrar trabajo, de vez en vez quiero promocionar alguna materia, de vez en vez quiero encontrar a alguien para enamorarme, de vez en vez quiero (o necesito) ser feliz...
Así como tantas otras veces, quiero andar desocupada, desaprobada, desenamorada e infeliz. Puede sonar ilógico y hasta me parece razonable que se nieguen a creerme, pero es la realidad, muchas veces (mayoritariamente) me gusta que mi vida ande patas para arriba. Porque es en el ejercicio de virarla, en el esfuerzo por reacomodarla donde encuentro el placer, el triunfo, el cumplido.
Hoy es uno de esos días en donde me cansé de empujar, y necesito que todo esté más tranquilo, que las cosas marchen bien, y poder encontrar un lugar en donde sentirme cómoda, o al cual sentir que pertenezco, un espacio a donde pueda volver cada vez que me desvío o me equivoco, y me ampare, que me defina como quien soy, que me conozca. Aunque este deseo me dure menos de un mes, aunque a los treinta días me canse como pasa SIEMPRE y se derrumbe y entonces vuelva instantáneamente a querer desorganizarlo todo, porque lo perfecto y calmo me aburre y yo necesito la adrenalina, el miedo, el arrepentimiento, y otros sentimientos fuertes para sentirme plenamente viva y entretenerme (claro está ¿no?). Pero por el momento voy a bajar un cambio, y voy a darle la posibilidad a la buena vida a que me convenza de que es mejor vivir en el progreso que vivir arruinando las oportunidades y desperdiciando los años.
Siento algunos años más encima, no se hasta donde deja de ser algo malo y empieza a ser bueno. Pero hay un poco de ambas.

viernes, 2 de julio de 2010

Evidentemente los muy forros se entrenan duro ehh!!
Digo... para la competencia de a ver quién llega a ser más hijo de puta.