Efectivamente no pude darme cuenta de nada hasta que no tuve nada. Necesité comprobar que eras como los demás, capaz de lastimar, para entender que significas algo... muchísimo para mí. Agradecida hasta el infinito por devolverme esa capacidad de poder sentir, todavía no logro entender porque siento el amor sólo a través del dolor... pero así es, y hasta que no me arrancaste una lágrima (dios sabe hace cuanto no lloro) no pude darme cuenta que de alguna forma, digámoslo así porque así lo sentí, estaba (estoy) enamorada.
Vuelvo a estar viva, vuelvo a sentir, vuelvo a sufrir, vuelvo a extrañar, vuelvo a querer algo que no tengo, vuelvo a perder las ganas de absolutamente todo, vuelvo a reducir el mundo en un solo nombre... vuelvo a conocer el amor.
Y si realmente era necesario perderte para poder sentirlo.. estoy complacida, estoy absolutamente conforme y muy cómoda una vez más en el dolor.
Te sumo como un nombre más, pero único, como una nueva cicatriz que el día mañana, cuando alguien como tal vez vos lo hiciste ayer, me pregunte el por qué de tantas incógnitas en mi vida, pueda usar como respuesta. Como un desgarro, como algo fugaz que sin importar el tiempo se mide en profundidad, que se llevó una parte o apagó algo adentro mío.
Me encantaría estar exagerando, me encantaría estar mintiendo como tantas veces los hago cuando escribo (porque es evidente que aunque haya dos carteles de advertencia que este blog contiene sólo ficción, la gente no lo entiende y vos tampoco lo entendiste).
Pero esto es real, es puro, es felicidad (lo juro) expresada de una manera muy rebuscada o retorcida en forma de dolor, abandono y desesperanza.
Ahora sos un nuevo culpable de esto que soy, de lo que en poco tiempo lograste convertirme. Como quisiera guardarte algún rencor del cual sostenerme cuando alguna noche al intentar y fallar dormir te necesite al lado. Pero lograste lastimarme de la forma más exquisita de todas.. sin hacer nada.
Hay tanto que hubiera querido decirte! pero me pusiste el estúpido orgullo adelante y me alejaste, y me acercaste y me dejaste...
Soy muy diferente a eso que ves, soy estas letras, soy las de ayer, y las de mañana, soy un montón de cosas que la vida me obligó a dejar relegadas, a vender por un montón de felicidad falsa. Fue la única manera que encontré para salir adelante, aunque no me haya ido tan bien.
Nunca supe bien tus motivos como para afirmar que te equivocaste conmigo, pero si supieras todo lo que callan estos dedos que te escriben... si pudiera de alguna forma traducir un uno por ciento de cada latido... me arriesgaría a decir que estas equivocado al menos en lo que de mí proyectaste.
Se me ocurre sólo irme a dormir con lo fuiste conmigo para intentar evitarte, ja, con el sabor a wisky en los labios que nunca te di de probar y ese abrazo que me diste que para mi nunca va a tener vencimiento. ¡Mi dulce de leche.. hubiera sido tanto con vos!
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