"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



martes, 13 de diciembre de 2011

¡Me juego la cabeza a que sentimos con la cabeza!

Para cuando quise frenar la calesita, esta ya había dado demasiadas vueltas y en alguna de ellas se había quedado atascada mi candidez.
A menudo deseé llegar a ser así... Uno siempre pide deseos de este estilo cuando se desilusiona y sufre, pero nunca con conciencia, nunca ni con la más remota contemplación de que tal metamorfosis se podría cumplir en nosotros, que tan desconsolados y sedientos de afecto estamos al momento de peticionarlo.

¡Pero de pronto se me cumplió! Y comencé a notar que los efectos del deseo no coincidían en lo absoluto con los que se habían configurado en la proyección montada en mi cabeza.
No me siento inmortal, no me siento invencible ni omnipotente... quizás lo sea pero aun así no le encuentro nada atractivo a poder serlo, y entonces no lo siento dentro mío tan magnánimo como suena al pronunciarlo...
Comienzo a extrañar cosas que no debería y al rato lo olvido y entonces añoro poder recordarlo, pero al instante también se consume esa añoranza y me dejan vacía.
Y poco a poco voy olvidando como se sentía todo, hasta el deseo y la exasperación misma de querer recuperar esa sensibilidad perdida.

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