"Mi amistad que no costea un viaje en taxi, y yo le cedo espacio a mi egoismo."
"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."
domingo, 31 de octubre de 2010
viernes, 29 de octubre de 2010
Dejate querer.
Necesito amor.
Iba a empezar a escribir y me puse a probar mil maneras poéticas de decir metafóricamente lo que pedí explícitamente con las dos primeras palabras, simples, concisas y justas.
Es un llamado, más bien una súplica, es un dolor que quiero callar y entendí que ya no hay forma de lograrlo sola. Me repugna ya despertarme en sábanas perfumadas por la esencia de otra mujer, besar labios anónimos, sin dueño y compartidos, me repugna verme al espejo y sentirme tan vacía y tan de nadie.
Odio entender que no implica nada que me tomes por la mano. Odio entender que esa mirada penetrante no llega más allá del perímetro de mi piel. Odio sentirme sucia, usada, un juguete, un experiencia, una meta, un trofeo, un momento descartable.
Quiero una promesa, quiero tiempo, quiero desear sentarme a charlar con tus ojos con la misma intensidad con la que desearía acariciarte la piel y erizarte hasta el alma. Quiero brazos que me protejan en vez de sujetarme con fuerza, que me acompañen y no me custodien. Quiero tus celos, tus propuestas, el progreso e ir ascendiendo escalones, quiero enterrarme de a poco a la par del otro, ahogarnos en los mismos objetivos, quiero sentirme orgullosa de tu honestidad.
Basta de mentiras. No pienso mentir jamás. Y me arrepiento por vos E., me arrepiento por vos A., me arrepiento por haber sido inmadura y dejarme tentar por las mentiras de hombres inconscientes. Sinceramente perdón, y aunque jamás lo padecí se lo que es ser víctima de un complejo de mentiras. Y quizás hasta en algún punto me convenza de merecer el dolor, por lo que les hice por inconciencia e inocencia a ustedes dos. No hay justificativos a la hora de deformar la realidad para sacar provecho, para exprimir jugo del dolor ajeno.
Todo vuelve señores, y si somos tan egoístas de no preocuparnos por el sufrimiento de los demás, al menos preocupémonos por el nuestro al saber que tarde o temprano el mismo daño que provocamos nos va a volver y con creces.
La vida es un ida y vuelta, yo voy pagando de a poco los pequeños y grandes errores de inmadurez, y ya no me importa cómo, pero segura estoy de que a cada uno le llega a su tiempo la factura correspondiente.
Necesito amor. Si tenés, por favor decimelo, pero si en cambio cuando me ves, sólo encontrás labios, pelo, un par de pechos y piel.. seguí de largo que todas las mujeres compartimos las mismas herramientas de seducción. Yo hoy ya no estoy dispuesta, ya me cansé de los juegos, y mi físico ya no soporta el dolor y le peso de tantos problemas.
Hoy me duele el alma de tantas pisoteadas. Necesito amor. Se busca amor, imploro amor... necesito una promesa, una abrazo profundo y verdades que me destruyan si es necesario para destruir todas las mentiras que me rodean.
Quiero sentirme querida, quiero que alguien más encuentre el valor que todavía no perdí, quiero que alguien me rescate del séptimo subsuelo y me suba, despacio me alce...
Ya pueden tocarme, y mi piel no quema como el hielo, soy sensible otra vez, soy sensible al amor y a los riesgos que conlleva. Quiero dejar de llorarme, dejar amarme.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Vaivén
Duele, y duele mucho más perder el orgullo para decirlo.
Ya te dejé de odiar, sí a vos, que seguramente de vez en cuando te asomas por la única brecha por donde podés espiar y contemplar la manera irreversible en que fue retorciéndose mi vida... a vos, ya no te odio, ya conseguí nuevos hombres que me enseñan día a día a odiarme un poco más a mi misma por elegirlos.
Esta mañana me odio un poco más que de costumbre, y aunque retrocediera los meses jamás lo hubiese imaginado, jamás podría confeccionar los peculiares desenlaces que suelo darle a las cosas.
Cuando ajusté mi bufanda al cuello y cerré la puerta me encontré frente a la realidad más triste de todo ser humano, esa parte de la existencia que ninguna persona debería contemplar jamás en su vida. Y sin embargo al cruzar el pórtico y bajo la luz tenue de un feriado nublado, la encontré. La calle desierta, las mil ofertas falsas y la mugre que espolvorea el pavimento... Una inmensa metáfora, casi una consecuencia directa de la vida, o de los que la vivimos.
Hace mucho no me sentía tan sola como en esta mañana, hace mucho que no sentía esa impotencia ferviente en la sangre. Me encontré siendo una hormiguita en un planeta de dinosaurios... donde todos ellos trataban de pisar o devorarme. La maldad lo hace a uno fuerte, grande y poderoso, pero la bondad te vuelve inmortal. Y así será como van a lograr consumirme las ilusiones y esperanzas, destrozarme el corazón en pedazos, volverme fría, insensible y distante... pero jamás van a lograr enfrentarme conmigo, y mientras me tenga a mi misma con la mente tranquila y las manos limpias, no van a encontrar manera de ubicarme por debajo.
Me arrepiento, por primera vez me arrepiento de haber perdido el tiempo. Hoy me quedan únicamente la desconfianza y ese deseo, ya agonizante, de que alguna vez le devuelvan mi sufrimiento, y que en lo posible sea un poco más punzante .
lunes, 25 de octubre de 2010
Un espejo de lo que odio
Quizás sea que ya no se puede caminar por Palermo a las seis de la tarde, podría ser... como también podría ser que alguien no quisiera amargarme el día completo y necesitaba cortar mi sufrimiento dándome las respuestas que me carcomieron el alma desde que encontré la prueba evidente de lo que con un fuerte propósito ignoraba.
Se presentó como C., más bien después de intercambiar cuatro o cinco ideas, yo le encontré un leve aire a S., J. o M. ... incluso puede que sin ser ninguno, haya ido tomando la voz todos ellos.
Me lo explicó, sin que se lo haya preguntado, hablando de otra mujer me puso de protagonista. A veces no alcanza acariciar una sola piel, a veces necesitamos despertarnos y oler en nuestra almohada el perfume de otra cabellera, necesitamos otros ojos que nos seduzcan, otro sabor y otros labios para morder. A veces el amor y las promesas no son suficientes, y no importa el regalo de una vida entera y la eternidad... a veces simplemente necesitamos más.
Y no hay cantidad de manos que puedan satisfacernos, ni llamados, ni días suficientes en la semana para las citas que deseamos. Y por una insaciable ambición perdemos y perdemos una y otra vez lo que de alguna extraña, seca y triste manera amamos.
Pero mañana volvemos a ser iguales, y pareciera ser una cacería constante, donde las presas ya no significan nada y nos motiva sólo el placer de tener una, otra y una más.
Podría decir que lo contemplé con lastima, es más incluso pude imaginarlo un par de décadas adelante, en alguna noche de año nuevo, refugiándose en el barullo de algún restaurante lujoso y bonito, alzando una copa hacia el vacío, con recuerdos impalpables que nunca significaron nada.
Y me alejé, deseándole una mejor fortuna a aquella desdichada mujer que como yo estaba detrás de un hombre indomable, insensible y con casi cuarenta años vacíos bajo el brazo. Me alejé deseándole una mejor suerte, compadeciéndome de una mujer que tantas veces supe ser, y sigo siéndolo gratuita y concientemente.
Me alejé detestando a esa clase de hombres que por desgracia son los únicos que me anulan la razón, ignorando que a mi manera aprendí a ser casi tan insaciable e indiferente con todos ellos.
Y después de todo no había demasiado que nos diferencie.
lunes, 18 de octubre de 2010
lunes, 11 de octubre de 2010
Honestidad Brutal
Hubiera sido más fácil si al momento de responder las preguntas en el psicotécnico acerca de mi personalidad y mi vida, hubiese hecho alusión a mis etapas depresivas, mi intento de suicidio, mis visión distorsionada de la realidad, mi autoestima inexistente, mi exigencia extrema, mi trastorno histriónico y mi tendencia a vivir al borde del límite y de vez en cuando tentarme demasiado y sobrepasarlo.
Sí, hubiera sido lo correcto, pero mi cabeza siempre está un paso más allá y en esta ocasión se adelantó a fabricarme una vida idílica, a dibujar sobre mí a una mujercita precoz y perspicaz, a disfrazar mi edad con algunos años más, a emanar entusiasmo y ganas de aprender, escuchar, implementar, empezar...
Eficaz, perfecta, responsable y puntual.
Tanto la psicóloga como yo, me creímos.
Tanto la psicóloga como yo, me creímos.
Como cualidad principal elegí la honestidad, juro que en ese momento me sentí la persona más transparente, sencilla y pura del universo. De vez en cuando y no entiendo cómo, los cadáveres de mi placard desaparecen, o se me olvidan, o nunca estuvieron. Y no se que pensar, pero la honestidad es una palabra muy amplia para mi comprensión, y la mentira es la llave capaz de abrir cualquier puerta y llevarme de la forma más rápida y sencilla a donde quiero llegar.
Hubiera sido lo correcto decirle que el laburo que me ofrecían me parecía una basura y el sueldo miserable, que en cuanto a su pregunta del jefe ideal, lo único que me interesaba era safar de un viejo pajero y en cuanto a mis expectativas dentro de la empresa.. confesarles que soy tan cambiante y me aburro tan rápido y fácil que cómo máximo me estiro a renunciar en enero.
Sería correcto también explayar la sinceridad a todos los aspectos de mi vida, y dejar el acostumbrado ‘todo bien’ cuando cualquier idiota casualmente te pregunta cómo andas.
Sería correcto decirles papa y mama que no pienso dejar de fumar, que por lo menos una vez a la semana me encanta tomar, que no salgo todos los días con el mismo fulanito que les vengo diciendo desde hace diez semanas atrás, y que paso menos noches de las que ustedes creen yendo a bailar.
Sería óptimo dejar de inventar excusas incoherentes cuando simplemente me aburro de alguien y ya no lo quiero ver más, o dejar de pedalear con los te llamo la próxima semana y la próxima, y la próxima no llega nunca más. Sería genial decirle que me rompe las pelotas que esté con media docena de minas más, y que me importa tres carajos que yo sea igual, debería poder sincerarme y reconocer que aunque le escape al menos alguien me importa un poco más que los demás.
Debería, tendría... tan lejos estoy de la honestidad, y yo que me creo alérgica a la mentira, que le escapo a las corridas, y juzgo a quienes son en mayor medida, pero en definitiva, como yo.
Es tan fácil volver cierto un engaño, hacer una realidad paralela y volverla principal, es tan fácil creerme y olvidar.
Hay secretos de mi vida que no comparto ni conmigo misma. Secretos que nunca existieron y me es imposible recordar. Se vuelve muy sencillo alcanzar la pura honestidad, cuando somos nosotros mismos quienes juzgamos lo que es mentira y lo que es verdad.
martes, 5 de octubre de 2010
Lluvia, granizo, fuertes tormentas..
Mi cabeza pronostica que los próximos quince días van a ser imposibles. Me espera un torbellino de malas noticias, trabas inmensas y el cruce de un abismo por el cual sin dudas voy a terminar cayendo y necesito prepararme para resistir el impacto. No tengo miedo, soy diferente y la mayoría de las cosas me resbalan, pero estoy equivocándome, y verme a mi misma me defrauda.
Es verdad, abuso extremadamente de mis dieciocho años, como muy pocos a mi edad soy conciente del valor que representan estas dos cifras. Que abuso de poder decir chau a quien y cuantas veces quiera, que cierro la puertas que se me antojen porque se que con sólo dar media vuelta se me abren docenas y docenas.
Digo chau y se terminó el problema, dícese que me escapo, yo la verdad lo tomo a modo de evitar enroscarme en algo que no vale la pena. Exprimo al máximo el poder de la juventud, disfruto derrochando el tiempo y me aprovecho de la ventaja que le llevo al resto.
Juego a aislarme, a desaparecer, a un día decir hoy me quedo en casa, renuncio, dejo pasar el parcial, le saco la batería al celular, cierro las persianas y me dejo morir con el día. Me encanta, amo tener esa posibilidad, esa falta de responsabilidades, el saber que siempre hay forma de repararlo, que cuando quiera puedo terminar porque se que de inmediato automáticamente cuando se me den las ganas puedo empezar de nuevo.
Hacer y deshacer, me encanta, escribir y borrar. No soy nada, estoy eligiendo y me fascina.
Probar, probar, probar. Es mi acción preferida, no quiero aferrarme a una cosa sin antes haberlo probado todo. Hablo en todos los sentidos que puedan ocurrírseles.
Me da miedo la libertad, mejor dicho me da miedo cuando la libertad se posa en mis manos, y cuando soy dueña de hacer o no hacer lo que quiera, me da miedo que pueda elegir y me da miedo que la curiosidad pueda llegar a matarme, como dice el dicho sobre mí. Pero soy así, nada nunca jamás va a conformarme, es así, y muy triste si no disfrutara del camino, porque en el caso de las personas de mi estilo... nosotros nunca alcanzamos una meta, un objetivo, nada, porque la llegada siempre va estar a centímetros de donde estamos. Insaciable, inconformista no, ambicioso.
Y sí, yo creo y estoy convencidísima que en el lugar de dios, yo hubiera hecho un trabajo bastante superior a la hora de esquematizar la vida.
La vida no alcanza, no me satisface, no me es suficiente, y estoy segura que no debo ser la única. Hay un problema, o es ella, o es uno de los porotos que la conforman: yo. Y definitivamente debo de ser yo, entonces... háganme un favor y sáquenme del sistema, porque simplemente no funciono de esta manera.
lunes, 4 de octubre de 2010
Errante
Quiero volver en una semana y traer buenas noticias, una sonrisa despampanante en la cara e indicios de que algo haya cambiado. Tengo miedo de que únicamente siendo drástica al extremo pueda llegar a estar mejor. Lastimándome y sacando de mi vida a la gente que me molesta/demora/afecta sin rodeos, sin vueltas, eliminando a todos, aislándome en mi misma, concentrada exclusivamente en un objetivo, poner mi vida en pausa hasta conseguirlo. Esos eran mis planes para octubre. Pero octubre empezó sin que yo pudiera darme cuenta del cambio de mes, mi cabeza divagaba en un septiembre eterno, y se me fueron los días y con ellos la fecha de inicio. Ahora ante la desesperación sólo se me ocurre el más arduo de los caminos, que llevándome a donde quiero, exige un alto precio.
Estoy dispuesta.
Un último intento de hacer las cosas relativamente bien. Si no lo consigo… habrá que optar por medidas más peligrosas y extremistas. Y aunque no quiero ser igual a lo que fui, ya no le encuentro más remedio. Algunos van a extrañarme, otros se podrán más contentos, pero a mi corazón no le interesa, porque sin importar la forma en que siga el siempre continúa sufriendo.
A veces necesitas que se te cruce un buen hijo de puta en tu vida, y sin lástima te tire la justa. Duele como la puta madre, pero es lo que todos piensas y ninguno dice. Es lo que yo sabía y escondía con tapujos. A veces necesitamos que algunas cosas entren por los oídos porque si nacen en nuestro propio cerebro ni lo analizamos. Tienen razón, los meses siguen pasando y yo me desvío cada vez más, pierdo rápidamente la vergüenza, y me siento cada vez más normal. Estoy descarrilándome, ganándome con orgullo cada letra mayúscula de la palabra DESASTRE que me define perfectamente como lo que soy.
Sólo portándome mal, muy mal, encuentro algo parecido a lo que podría ser la felicidad. Y con eso sobrevivo, paso las noches pensando en formas divertidas de equivocarme, ya no me lastimo directamente, pero si encuentro a las personas indicadas y lo suficientemente audaces como para hacerlo sutilmente por mí. Realmente no quiero ser lo que hoy soy, o lo que parezco... ya no se en realidad, pero cada día que pasa refuerzo más aquella en quien me convierto.
Evito los espejos, para no horrorizarme por el hecho de que no me encuentro ahí dentro. Ya no soy yo, no tengo la mínima idea de quien lleva puesta ahora mi piel, que impulsos son los que ahora teclean las letras, cuáles son los deseos con los que duerma esta noche y las ganas con las que despierte mañana.
Hoy podría esperar lo que sea de mi misma, y juro que no me causaría la mínima expresión de sorpresa.
sábado, 2 de octubre de 2010
Soy lo que ves, aunque lleve otra adentro.
La pasión se extingue. No hay mejor verbo para describir de que manera se nos escapa de las venas sin que nos demos cuenta. Y yo perdí la pasión por varias cosas últimamente. Lo que antes me mantenía exitante, euforica, espectante, ahora no me produce más que lo que me produce cualquier hecho cotidiano.
No siento ganas de escribir, no me motiva el estudio, cancele la cita de esta noche, me sienta bien estar engripada... será un período? será una mala semana? el estres del estancamiento? el estar exausta de darme siempre contra la pared respecto a los hombres, que ya ninguno me entusiasma? será que escribir se me volvió imposible, y sumado al poco tiempo y la falta de sucesos tristes para descargar, ya no me interesa plasmar las boludeces que corren por mi cerebro? Será que el alcohol dejó de hacerme efecto y ahora siento que sólo me lastima? y le bajaron el volúmen a la música, le quitaron el azúcar a los besos y las luces a la noche, ¿o será que soy yo la que anda descolorida?
Será que despues de semanas y semanas de salidas, y noches de jueves, viernes, sabados domingos y hasta lunes llegué a casarme de la noche misma? será que entendí que la felicidad esta para el otro lado o me asustó darme cuanta que hace tiempo ya no soy la misma? Fingir es el más peligroso de los engaños, desde el momento que fingimos una conducta nos la propiamos. Somos los que mostramos.
Desidia, la peor de las desdichas. Abandono de mi misma, mientras voy en busca de algo que no necesito.
Dormir, lo único que quiero es dormir, sola, dormir sola.
Dejar de pensar, descansar y mañana intentar volver a sentir.
No siento ganas de escribir, no me motiva el estudio, cancele la cita de esta noche, me sienta bien estar engripada... será un período? será una mala semana? el estres del estancamiento? el estar exausta de darme siempre contra la pared respecto a los hombres, que ya ninguno me entusiasma? será que escribir se me volvió imposible, y sumado al poco tiempo y la falta de sucesos tristes para descargar, ya no me interesa plasmar las boludeces que corren por mi cerebro? Será que el alcohol dejó de hacerme efecto y ahora siento que sólo me lastima? y le bajaron el volúmen a la música, le quitaron el azúcar a los besos y las luces a la noche, ¿o será que soy yo la que anda descolorida?
Será que despues de semanas y semanas de salidas, y noches de jueves, viernes, sabados domingos y hasta lunes llegué a casarme de la noche misma? será que entendí que la felicidad esta para el otro lado o me asustó darme cuanta que hace tiempo ya no soy la misma? Fingir es el más peligroso de los engaños, desde el momento que fingimos una conducta nos la propiamos. Somos los que mostramos.
Desidia, la peor de las desdichas. Abandono de mi misma, mientras voy en busca de algo que no necesito.
Dormir, lo único que quiero es dormir, sola, dormir sola.
Dejar de pensar, descansar y mañana intentar volver a sentir.
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