"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



martes, 8 de noviembre de 2011

Can we disappear?

Las mejores y las peores decisiones se toman a las seis de la mañana.
Me desperté, como si fuera otoño en el enero del dos mil diez. Sentí las costillas de plomo, los pulmones inflexibles, quise abrir los ojos para despertar y resultó que me encontré con que la pesadilla era la misma realidad.
Hoy fue una de esas mañanas, donde el ‘no puedo más’ les juro que es literal. Siento que estoy al extremo, que estoy a punto de elegir no seguir, entonces acepto hacer cualquier cosa con tal de retenerme un tiempo más.
Hoy renuncié una vez más, y desaparecí. No avisé, me fugué, como suelo hacer siempre frente a las situaciones que se tornan difíciles e inmanejables. O soy muy débil o soy muy fuerte. No es fácil dejar ni huir, a veces, aunque vaya en contra de la mayoría de las frases trilladas, es más difícil huir que hacerle frente a los problemas... porque algunos problemas no fueron pensados para resolverse, sino para marcarnos el camino.
Mi único fundamento es la reiterada sensación de saber que no estoy pisando en el lugar correcto.

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