"Los hechos y/o personajes del siguiente Blog son ficticios, cualquier similitud con mi vida personal es pura coincidencia."



miércoles, 21 de septiembre de 2011

La parte del cuento donde el bueno va a morir.... pero decide volverse malo y sobrevivir.

Quizá debería felicitarlos a todos ellos, porque aunque no por sí solos, juntos entre todos lo lograron.
Me lograron un especie diferente, me abarataron y me perdieron entro otros tantos millones de ejemplares. Hoy soy tan de todos y tan de nadie. Me quitaron las ganas de volver a estar sola y las ganas de querer estar con un solo alguien.
Nunca digas nunca, porque en el momento que te prometes que nunca lo harás ya estás afirmando que aunque no sabes cuando, pasará.
Hoy le doy sí, a todo lo que alguna vez no supo como entrar en mi cabeza o no supieron como manejar mis manos. Eso que ayer me aterraba ser es lo que hoy veo cuando me veo en el espejo.
Tal vez no le pueda echar culpas a otros hombros que no sean los propios, pero dios, ¡siento que hubieron tantos culpables para este par de manos ensangrentadas...!
Tengo tantos nombres grabados cuando hago una revisión de los murmullos constantes de mi cabeza.
Aprendí a callar lo que mi cabeza dice y yo no tengo el gusto de escuchar. Aprendí a creer que basta pronunciar algo con los labios para que se vuelva verdad... El mundo y yo, somos lo que yo pienso y le demuestro al resto que somos. Lo objetivo es mentira, nadie conoce demasiado algo como para poder opinar sobre ello objetivamente.

Tengo las riendas de las agujas del reloj, tengo la brújula y mi propio norte, tengo todas las fichas de la ruleta en mis manos y todos los números a mi disposición. Aprendí que no existe ninguna escalera para llegar hasta allá arriba, que la única manera de trepar es ir escalando de persona a persona. Aprendí, muy mal quizás, que todas las apuestas hay que redoblarlas, sean buenas o malas, que la justicia no es una balanza, que la venganza siempre debe ser el mal sumándole por lo menos uno, y que cuanto más sume más justo será. Aprendí que hay que ser lo mejor en todo, hasta en lo peor, que hay que ser oveja y lobo... y hasta pastor, juez, parte y espectador.

Me enseñó la vida, me enseñaron aquellos a los que la vida le enseñó. Nos enseña a todos lo mismo, y hoy soy todo lo que alguna vez juré nunca ser.
Me siento más libre, el mal es una fuerza de temor que nos estanca cuando tenemos miedo de tocarlo, pero al aprender a dominarlo podemos encontrarle un sin fin de utilidades.
Es un juego de ajedrez, con la diferencia que la vida es el tablero y todos somos piezas blancas Y negras y entre todos nos vamos devorando.
La vida es un juego de canibalismo, yo no inventé las reglas simplemente aprendí a jugarlo.

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