Anoche mi vida fue desviada por el destino, fue demasiado evidente, fue demasiado...
Sólo pude entenderlo ayer, que en realidad mi vida no está bajo mi dominio, pero sospecho que en realidad ningún momento de ella lo está.
Y amaneció muerta en el estanque.
1 comentario:
lo más terrible del destino es que no avisa
Publicar un comentario