Existen algunas cosas, que si de nosotros dependiera se nos haría imposible dejarlas ir.
El día que se me acabaron todos los motivos, y ya no tenía de donde sostenerme mientras veía como se iban los días, decidí dejar todo, abandonarlos e irme. Entonces descubrí, que pese a que el mundo quizás no significaba nada para mi, yo significaba el mundo para alguien.
Ese díam me forcé a fabricarme motivos para seguir, pequeñas cosas que me distrajeran mientras los días fueran bofetándome la cara a su paso.
La gente dice que repito mucho la frase " X cosa me hace feliz", y tienen razón. A menudo cuando alguien no está de acuerdo con lo que hago, lo suelo disuadir con que tal cosa hace a mi felicidad, o por lo menos contribuye a mi bienestar.
"-No podes salir de jueves a domingo!
- Pa, ¿por qué te molesta tanto? me hace feliz.."
"- ¿Para qué querés volver a ver a Roma?
- Porque lo extraño, me hace feliz verlo."
"-Hey! ¿por qué no largas el cigarrillo?
- No quiero, te juro que fumar me hace feliz."
Etc, etc... Usando a la ligera la palabra, quizás aunque exagerada, no esté tan equivocada. Son las pequeñas cosas que le robo a los días las que me mantienen de pie. Es ese pucho a la mañana, ese café cargado, es esa novela de la tarde, es salir a correr un rato, una barra de chocolate, una fiesta hasta las doce del mediodía, un novela de Sidney, una pelicula en familia después de comer.
Insignificantes, si sacaras todas ellas, aparentemente podría seguir viviendo perfectamente... pero ¿y si te digo que con una menos la noche tarda más en caer, o el despertador suena más bajo..?
Cuesta dejar lo que uno quiere, yo soy de aferrarme demasiado a las cosas, odio la rutina y me gusta hacer siempre algo nuevo, pero dejar las cosas viejas no me resulta nada fácil.
Hoy sentí que hace un año, o quizás más, estoy estancada. Repetí muchos errores, me olvidé de todas las enseñanzas que supuestamente nos van dejando las cosas malas y malgasté el tiempo. Sigo parada en la misma baldosa desde hace un largo rato, y me exasperaba durante todo este tiempo ver que a la gente que me acompaña le pasa lo mismo, se mantenía siempre igual... hasta que hoy me di cuenta que yo también sigo de algún modo petrificada. Lo único que baja es la cantidad de tiempo, de neuronas y de ganas. El resto es la misma basura reciclada.
Quizás para encontrar lo que realmente queremos o nos merecemos, tenemos que hacer el esfuerzo de dejar ir las cosas equivocadas que hoy estan ocupando su lugar. A veces rellenamos nuestra vida con piezas que no encajan simplemente por ese afán de suprimir los espacios vacíos, y cuando llega la pieza que realmente va... es tarde. Porque aunque no parezca, somos nosotros los que manejamos de alguna manera el reloj de nuestra vida.
Fijar algo que queremos en nuestra cabeza, y trazar el circuito en el mapa para alcanzarlo, paso a paso. Se empieza limpiando. Borrar de la memoria lo que unicamente ocupe espacio y prepararse para volver a grabarla.
1 comentario:
Eso mismo es la vida!!! no sabes cuanto me alegra leer este post, porque pudiste llegar a lo que varias veces charlamos, "las pequeñas cosas de la vida, son las que hacen a la vida" y son esas pequeñas cosas que te hacen feliz lo que te hacen ser como sos ahora, ¿estancada? para nada, ¿cuando el año pasado hubieras escrito esto?
no quieras precipitar procesos, ni buscar mas de lo que ya existe, cuando en realidad tenes que aprovechar eso que tenes (que es muchisimo).
Te quiero con el alma y deseo lo mejor en ese camino hermoso.
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